Hey! Donde vas me decía mi cabeza, mientras mi estomago se ahoga con la angustia. Mis latidos se hacia cada vez mas lentos, el frio recorría todo mi cuerpo, las miradas tristes son símbolo de incomodidad que barren toda mi entidad.
Me pregunte es hora ya de terminar con todo lazo de incomodidad, de donde vienen todas estas fallas en mi cuerpo.
Cierro los ojos y medito pero la respuesta no toca mi conciencia, respiro, exhalo, me siento, me paro, camino y corro. Trato de mirar por la ventana pero todo sigue igual, examino varias fotos del escritorio, mi imaginación se pierde con los recuerdos vivos q se recrean en mi mente.
Ahora me pregunto porque seguir con ello si todo va mal, porque si la vida es corta la trato de aminorar.
Me veo en el espejo y el precario aspecto que me acompaña me hace llorar envuelto en la cama abrazando mi almohada, me duermo ya en la mañana todo se torna igual la misma molestia, la misma rabia, la misma angustia.
Caminar en tanto frio y estar sudando, llevar ropa q no es mía y enrolar en mi conciencia un hecho malo que no tiene nombre. Otra vez estoy cediendo.
Caminar rápido disimulando mi impaciencia, el aspecto intranquilo con el que voy se trasluce, compro mis provisiones y ya lista mi acción, se vienen a mi mente recuerdos placenteros. Ahora en mi habitación empezara la destrucción.
Termina todo y me falta todo no se ni que paso ni en donde estoy, otra ves estoy sentado, pensando en donde conseguir mas.
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